LAS ESTRATEGIAS DE LA LECTURAPor: Verónica Young
Las estrategias cognitivas, según Peña (2000; p. 160), se definen como “planes estructurados para lograr un determinado objetivo. (…) adoptando un conjunto de hipótesis que determinan una exploración selectiva del campo perceptual.”
Al poner en práctica las hipótesis, continúa el autor argumentando, se llega a la validez de la información, trayendo como consecuencia el logro de un determinado objetivo. Los procedimientos están estrechamente ligados a las estrategias cognitivas, ya que son un conjunto de acciones ordenadas y culminadas, en función de una meta.
Las estrategias no prescriben el curso de una acción, cosa que un procedimiento si hace; también son autodireccionales, autocontrolables y flexibles. Todas estas características de las estrategias cognitivas, son herramientas prácticas para el proceso de lectura, que junto a los conocimientos previos y capacidad lingüística, permiten la construcción del significado.
Estas estrategias cognitivas potencian su efecto, según Solé (1992; p.70; c.p. Peña; 2000; p. 160), “cuando el texto reúne ciertas condiciones como la claridad o coherencia de la información, que su estructura resulte familiar o conocida, y que su léxico, su sintaxis y su cohesión interna, tenga un nivel aceptable”.
Cuando el lector incorpora los nuevos conocimientos, producto de la lectura, modifica sus esquemas conceptuales, ampliando la información previa con lo nuevo. Goodman (1986; c.p. Peña; 2000) señala varias estrategias que utiliza el lector para ampliar suis esquemas conceptuales: a) Muestreo, el lector elige algunos índices que considera útiles guiado por elecciones anteriores; b) Predicción, se puede saber más o menos de que se trata un texto partiendo del índice; c) inferencia, permite completar la información de que dispone un texto, sobre los personajes, objetos, tiempo y espacio del texto; d) confirmación, refiere a la aceptación de las predicciones e inferencias; y e) corrección, cuando el lector encuentra una inconsistencia en la lectura, y vuelve a ella en busca de otra alternativa más aceptable más su marco de referencia.
Según Solé (1996; c.p. Peña; 2000) clasifica las estrategias según el propósito que guía a la persona a leer: 1) permite dotarnos de objetivos y conocimientos previos a la lectura, 2) permiten elaborar y probar inferencias de distintos tipos, 3) están dirigidas a resumir, sintetizar y extender el conocimiento por medio de la lectura y 4) permiten afianzar el aprendizaje de nuevos conocimientos, o la enseñanza recíproca.
Las estrategias de enseñanzas deben de estar alineada a los intereses de los alumnos, la naturaleza de los contenidos, y los propósitos a los cuales nos enfrentamos en la lectura, y debe haber una organización social de las actividades de aprendizaje.
Al poner en práctica las hipótesis, continúa el autor argumentando, se llega a la validez de la información, trayendo como consecuencia el logro de un determinado objetivo. Los procedimientos están estrechamente ligados a las estrategias cognitivas, ya que son un conjunto de acciones ordenadas y culminadas, en función de una meta.
Las estrategias no prescriben el curso de una acción, cosa que un procedimiento si hace; también son autodireccionales, autocontrolables y flexibles. Todas estas características de las estrategias cognitivas, son herramientas prácticas para el proceso de lectura, que junto a los conocimientos previos y capacidad lingüística, permiten la construcción del significado.
Estas estrategias cognitivas potencian su efecto, según Solé (1992; p.70; c.p. Peña; 2000; p. 160), “cuando el texto reúne ciertas condiciones como la claridad o coherencia de la información, que su estructura resulte familiar o conocida, y que su léxico, su sintaxis y su cohesión interna, tenga un nivel aceptable”.
Cuando el lector incorpora los nuevos conocimientos, producto de la lectura, modifica sus esquemas conceptuales, ampliando la información previa con lo nuevo. Goodman (1986; c.p. Peña; 2000) señala varias estrategias que utiliza el lector para ampliar suis esquemas conceptuales: a) Muestreo, el lector elige algunos índices que considera útiles guiado por elecciones anteriores; b) Predicción, se puede saber más o menos de que se trata un texto partiendo del índice; c) inferencia, permite completar la información de que dispone un texto, sobre los personajes, objetos, tiempo y espacio del texto; d) confirmación, refiere a la aceptación de las predicciones e inferencias; y e) corrección, cuando el lector encuentra una inconsistencia en la lectura, y vuelve a ella en busca de otra alternativa más aceptable más su marco de referencia.
Según Solé (1996; c.p. Peña; 2000) clasifica las estrategias según el propósito que guía a la persona a leer: 1) permite dotarnos de objetivos y conocimientos previos a la lectura, 2) permiten elaborar y probar inferencias de distintos tipos, 3) están dirigidas a resumir, sintetizar y extender el conocimiento por medio de la lectura y 4) permiten afianzar el aprendizaje de nuevos conocimientos, o la enseñanza recíproca.
Las estrategias de enseñanzas deben de estar alineada a los intereses de los alumnos, la naturaleza de los contenidos, y los propósitos a los cuales nos enfrentamos en la lectura, y debe haber una organización social de las actividades de aprendizaje.
Peña, J.; (2000). Las Estrategias de la Lectura: su utilización en el aula; Artículos EDUCERE.
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